Correr un ultra trail no es simplemente desafiar al reloj. Es declararle la guerra a la comodidad, a la lógica fisiológica y, a ratos, al sentido común. Mientras el maratón aún conserva cierta dignidad burguesa, el ultra trail representa la escaramuza salvaje de quienes creen que 42 kilómetros apenas sirven de calentamiento. No es un deporte; es una peregrinación moderna al abismo del cuerpo humano.
Pero, ¿qué pasa dentro de ese cuerpo durante semejante hazaña? ¿Qué sistemas se activan, cuáles colapsan y cuáles se reinventan? Vamos a abrir, con bisturí narrativo, el interior de esta epopeya fisiológica.
Montaña Rusa Fisiológica: Las Demandas del Trail Running de Ultra Distancia
A diferencia del asfalto, donde cada zancada se repite como un metrónomo, en el trail el terreno es caprichoso, vertical, impredecible. Los ascensos consumen energía como una caldera sin fondo, mientras que los descensos son una coreografía excéntrica de destrucción muscular. Lo que en llano es una danza rítmica, en la montaña es un combate cuerpo a cuerpo contra la gravedad.
La musculatura debe adaptarse a fuerzas concéntricas en las subidas y excéntricas en las bajadas. Este cambio continuo genera una fatiga poco predecible, donde la intensidad no siempre guarda relación directa con la distancia recorrida. Aquí, lo físico y lo mental no se alternan: colapsan juntos.
Sistema Muscular: Territorio en Ruinas
Las bajadas prolongadas desencadenan contracciones excéntricas que erosionan fibras musculares como si se tallaran a cincel. La creatina quinasa (CK), enzima que sirve como testigo de este daño, puede alcanzar niveles 100 veces superiores a lo normal tras una carrera. Este pico bioquímico es la firma invisible del desgaste extremo.
Cuando las fibras se rompen, liberan mioglobina al torrente sanguíneo. Este proceso, conocido como rabdomiólisis, es una reacción de emergencia: el músculo se sacrifica para que el cuerpo siga. La fuerza máxima voluntaria puede reducirse hasta un 40% en los extensores de rodilla. Y, por si fuera poco, la recuperación completa no es inmediata: puede tomar días o incluso semanas.
Sistema Renal: Filtros Bajo Asedio
Los riñones, encargados de filtrar desechos y mantener el equilibrio hídrico, reciben un golpe doble: deshidratación y exceso de proteínas musculares en sangre. La mioglobina, al acumularse, puede obstruir los túbulos renales. La creatinina plasmática se convierte en el faro que alerta sobre esta disfunción.
El nitrógeno ureico en sangre (BUN) también se eleva, señal de que los riñones luchan por cumplir su misión en condiciones extremas. Factores como el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el estrés térmico o infecciones latentes aumentan el riesgo de lesión renal aguda. Una amenaza silenciosa, pero muy presente.
Sistema Hepático: El Hígado También Corre
No sólo los músculos sufren. El hígado, aunque no da zancadas, también paga el precio. Las enzimas hepáticas como la ALT, AST y la fosfatasa alcalina se elevan tras una ultra, aunque con una ambigüedad desconcertante: su aumento puede deberse tanto a daño muscular como hepático.
La bilirrubina, producto de la hemólisis —la destrucción de glóbulos rojos— también se incrementa. No es casualidad: cada pisada es un microimpacto que sacude la sangre. Y si bien estas alteraciones suelen ser transitorias, en corredores poco adaptados pueden alcanzar niveles preocupantes.
Sistema Inmunológico: Un Escudo Fatigado
Tras varias horas de esfuerzo extremo, el sistema inmune entra en una fase de vulnerabilidad. Aparece la leucocitosis: un aumento de glóbulos blancos que no necesariamente implica infección, pero sí inflamación y estrés. Es una especie de fiebre molecular, la respuesta del cuerpo al daño sistemático.
La linfocitopenia —descenso de linfocitos— también ha sido documentada, especialmente en esfuerzos prolongados. Esto deja al corredor expuesto a virus y bacterias oportunistas. Lo irónico es que, mientras el cuerpo se fortalece para resistir la montaña, baja la guardia ante un resfriado banal.
Sistema Cardiovascular: Bomba en Modo Crisis
Aunque el corazón suele adaptarse bien al esfuerzo, la deshidratación prolongada puede reducir el volumen sistólico y disparar la frecuencia cardíaca para compensar. Esto eleva la temperatura corporal y fuerza al sistema a funcionar al límite.
Herramientas como la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC) permiten evaluar esta carga interna. El índice RMSSD refleja la actividad parasimpática, mientras que el Stress Score estima la carga simpática. Ambos son esenciales para planificar entrenamientos y evitar el sobreentrenamiento crónico.
Hidratación y Electrolitos: El Delicado Equilibrio de la Vida
La hiponatremia —bajo nivel de sodio en sangre— es la pesadilla de los ultra corredores. Puede causar desde confusión mental hasta convulsiones. El error clásico: beber solo agua, diluyendo los electrolitos sin reponer sales. La solución no es sólo hidratarse, sino hacerlo inteligentemente.
El sodio plasmático actúa como marcador clave. Su alteración puede anticipar una crisis incluso antes de que el cuerpo la sienta. Por eso, los suplementos con electrolitos y el ajuste fino de la ingesta de líquidos son tan cruciales como el entrenamiento físico.
Tolerancia al Dolor: Filosofía de la Agonía
Hay una máxima repetida en el mundo del ultra trail: «la primera mitad se corre con las piernas, la segunda con la cabeza». Pero eso es una simplificación amable. En realidad, se corre con un cuerpo dañado, una mente agotada y una voluntad que debe reinventarse en cada paso.
El dolor es parte del trato. Lo importante es reconocer cuándo es un aviso y cuándo es un fantasma. Saber ignorar el sufrimiento sin despreciar los límites. La diferencia entre épica y lesión puede medirse en centímetros… o segundos.
Factores Clave para el Rendimiento
- Fuerza Muscular Específica: Más que una ventaja, es una necesidad. Especialmente en descensos, donde la fuerza excéntrica evita lesiones y permite ganar tiempo. El trabajo de fuerza preventiva y compensatoria es esencial.
- Economía de Carrera en Pendiente: Evaluar el coste energético en función del desnivel (Cvert) da una imagen más realista del rendimiento. Caminar en subidas muy pronunciadas y utilizar bastones puede ahorrar energía, aunque parezca más lento.
- Antropometría: El peso corporal importa, pero no es todo. En distancias muy largas, un poco de masa grasa puede funcionar como reserva estratégica. La masa magra, en cambio, está directamente vinculada al rendimiento en tramos técnicos.
Preparación, Prevención y Recuperación: La Tríada Sagrada
Entrenar no es solo acumular kilómetros. Es construir resiliencia fisiológica. Las horas semanales de entrenamiento se correlacionan inversamente con los niveles de bilirrubina: los más adaptados sufren menos. El cuerpo aprende a resistir lo que antes lo destrozaba.
El descanso es entrenamiento silencioso. Dormir, comer bien, hacer trabajo de movilidad y recuperación activa son tan importantes como las series. Las estrategias nutricionales deben incluir sales, carbohidratos y líquidos, planificados según el perfil de la prueba.
Los chequeos médicos no son un lujo: son un seguro de vida. Pruebas de esfuerzo, analíticas de sangre y orina, monitoreo del VFC… todo suma. Porque conocer el cuerpo es tan vital como fortalecerlo.
Limitaciones Científicas y Futuras Rutas de Estudio
La investigación en ultra resistencia aún tiene cuestas por subir. Muchos estudios tienen muestras pequeñas y sesgos. Falta saber si los daños son reversibles o acumulativos. Hay que comparar corredores de élite y amateurs, hombres y mujeres, y explorar nuevos biomarcadores.
Mientras la ciencia avanza, la experiencia del corredor sigue siendo el laboratorio más honesto: cruel, imprevisible, pero profundamente revelador.
Epílogo: Lo Inhumano Como Ruta de Autoconocimiento
Las carreras de ultra trail no solo exigen. Transforman. El cuerpo se rompe y se reconstruye, la mente se desborda y se recoloca. Se llega a la meta con un cuerpo que ya no es el mismo y una conciencia más cercana a los márgenes de lo humano.
¿Vale la pena? Quien ha cruzado una meta tras 20 horas de lucha no responde con palabras. Sonríe. Camina con dificultad. Y empieza a pensar en la próxima carrera.